El emprendedor siempre será el portador de la idea, el conocedor de su particular océano azul, pero no siempre tendrá la financiación para hacer realidad su proyecto.

El primer paso lógico será exprimir las 3F (Family, Friends and Fools) pero, ¿a dónde acudimos tras este primer paso? Las entidades financieras raramente invierten en proyectos semilla y por tanto, Business Angels y Venture Capital son las principales vías de financiación disponibles.

Business Angels y Venture Capital, ¿en qué se diferencian?

Existen varias publicaciones en la red que analizan las principales diferencias entre ambas desde el origen de los fondos, los montos de inversión, niveles de riesgo, estrategias de salida, tiempos, sectores, tipologías de contrato, etc. Te recomiendo des un vistazo a este artículo de Mariano Ruani , Co-Fundador y Director Ejecutivo del Club de Business Angels del IAE.

La principal diferencia entre un Business Angels (Ángeles, de ahora en adelante) y un Venture Capital (VC, de ahora en adelante) radica en el momento de inversión. Mientras que los Ángeles invierten en capital semilla o Start-ups, etapas nacientes de un emprendimiento, un VC invertirá generalmente en una empresa joven pero que demuestre un track record, que tenga un primer recorrido y demostrando que es viable además de posibilidades de ser exitosa.

Venture Capital, ¿A qué nos enfrentamos?

El VC habita el estadio mas agresivo del binomio rentabilidad riesgo. Los fondos tienen un éxito medio del 10% de entre el total de proyectos que gestiona su cartera, con retornos anormalmente grandes. Por lo tanto, ese va a ser el principal factor por el que se nos analizará.

El contrapunto positivo de este factor, es la credibilidad ex post que genera un acuerdo de financiación con este tipo de inversor, como consecuencia del profundo análisis al que se someterá nuestro proyecto.

El VC analizará principalmente, además de los retornos, el equipo y dinero invertido (síntoma de cuanto creemos en nuestro proyecto), la escalabilidad, mercado, tiempos y posibilidades de salida.

Desgranarán nuestro modelo de negocio, indagarán en la idea, el sector hasta el punto de visitar a nuestra competencia y empresas similares para conocer de primera mano las posibilidades reales.

Antes de iniciar este proceso, responde a las tres preguntas: ¿Cómo de viable para hacerlo? ¿Cómo de factible (equipo y timing) ahora y por qué no ha sido otro momento, pasado o futuro? ¿Cómo de invertible o escalable? ¿Timing para desinvertir o recuperar?

Anticípate! Algunas claves para afrontar con éxito la negociación

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