Las empresas utilizan la planificación estratégica para manejar el crecimiento y el desarrollo de la organización. Pero, ¿logramos implantar un pensamiento estratégico en nuestros equipos que lo haga posible?

Los directores y los empleados de una organización que utilizan este tipo de sistemas de trabajo deben usar el pensamiento estratégico para desarrollar sus acciones en el día a día, enfocado al logro de un objetivo y al anticipo de posibles obstáculos.

El Pensamiento Estratégico es una forma de ver el mundo con un propósito en la mente

Pero, ¿para qué sirve el pensamiento estratégico? ¿qué nos aporta? A continuación trataré de sintetizar algunos puntos sobre las ventajas que aporta a nuestra compañía esta forma de actuar.

  1. Dotar a los directivos de un armazón sobre la marcha de la empresa. su organización y actuación. Sintonizar estrategia – organización – actuación.
  2. Establecer supuestos básicos para los planes, programas y presupuestos operativos.
  3. Facilitar el hacer equipo entre los directivos.
  4. Tomar, cada directivo, decisiones en tiempo real que sintonicen con las que toman otros jefes.
  5. Facilitar la integración entre departamentos (que todos apunten hacia lo mismo).
  6. Posibilitar una verdadera delegación (pues el jefe “es previsible” gracias al armazón conceptual).
  7. Facilitar la coordinación (que las personas y departamentos logren que sus actividades se sintonicen y apoyen).
  8. Dotar de un mismo lenguaje a todos los directivos cuando hablen entre ellos.
  9. Lograr que los intereses y visión del todo (la empresa) se impongan a los funcionales. Evitar que la solución del especialista no sea la mejor para la empresa.
  10. Permitir improvisar para aprovechar oportunidades y/o responder a un impacto externo, sin disfuncionalidades.
  11. Permitir dirigir la autodirección de los colaboradores.
  12. Rediseñar evolutivamente y congruentemente los componentes de la organización para que sean los motores del cambio o, mejor, transformación de la empresa.

¿Cómo aplicamos el Pensamiento Estratégico?

Ponemos en práctica un pensamiento estratégico cuando cumplimos con algunas premisas:

  • Tener una meta. Es decir, saber a dónde queremos llegar por medio de un objetivo o propósito claramente definido y del que seamos capaces de medir su grado de cumplimiento.
  • Conocernos. Saber desde dónde partimos. Un análisis profundo de nuestra situación para conocer cuánto nos distancia de nuestro objetivo y qué medios necesitamos para alcanzarlo.
  • Diseño Planificado. Tenemos que ser capaces de dibujar nuestro camino. Definir cómo alcanzaremos nuestro propósito y lo más importante, cuándo lo haremos. Sin plazos y sin un sistema de auto-control, nuestra planificación quedará en un saco roto.
  • Control. Crear sistemas que nos permitan evaluar el avance de nuestro recorrido, siendo capaces de impulsar los aciertos y corregir los errores a tiempo. Así terminaremos de encontrar y definir nuestro rumbo.

Aprende a ejercitar tu pensamiento estratégico

¿Es posible aprender a pensar de manera estratégica? Si, es posible. Nuestra mente es un músculo que necesita ejercitarse. Existen diferentes ejercicios que puedes utilizar para educarte en un pensamiento estratégico. Voy a darte algunos ejemplos:

Actúa diferente. Son muchas las corrientes de la psicología que invitan a rehacer actividades cotidianas de una forma totalmente diferente. Por ejemplo, este ejercicio consiste en cambiar tu ruta/camino habitual al trabajo y hacerlo con los cinco sentidos. Al llegar a tu lugar de trabajo escribe la experiencia y describe todo lo nuevo que encontraste. Este es una buena actividad para despertar la creatividad.

Despierta tu curiosidad. En esta actividad los niños y su eterna curiosidad son un gran aliado. Hazte preguntas que supongan un análisis como por ejemplo, ¿por qué tenemos 5 dedos? Lanza hipótesis sobre la solución, investiga, analiza y encuentra la respuesta. Esta actividad te ayudará a encontrar mecanismos que te ayuden a componer una mente resolutiva.

Juega nuevos roles de personalidad. Elige un personaje, -real o ficticio-, e imagina su vida, sus actos e intenta interactuar como el lo haría. Tomas al personaje y te inspiras en su forma de pensar. Esto un ejercicio que nos ayudará a saber ponernos en la piel de nuestro cliente, una herramienta muy útil cuando estamos diseñando una experiencia sobre un producto o servicio.

Espero haberte ayudado a entender un poco más a cerca de los procesos de Planificación Estratégica y la importancia del cambio de mentalidad en tus equipos. Si te ha gustado te invito a seguir navegando por el blog, y conocer más publicaciones sobre gestión empresarial.

¡Hasta la próxima!