El «Mensaje a Garcia» resume la filosofía que rige el mundo de la consultoría. Breve pero conciso, nos muestra la actitud «resolutiva» ante jefes que no quieren preguntas, sino soluciones. Un sistema de trabajo que, pese a que bajo mi punto de vista sea arcaico, cualquier profesional que quiera dedicarse a la consultoría debe gravar a fuego y especialmente durante la etapa de becario. En esta profesión se valoran tu soluciones y cómo eres capaz de llegar a ellas.
N. D. Este artículo apareció publicado por primera vez el 22 de febrero de 1899, en la revista Phillistene. La historia del mensaje a García describe un hecho de la vida real y ha sido relatada muchas veces. Esta es una adaptación al español hecha por J. F. B.
Phillistene – 28, Julio 1986 No. 609
«UN MENSAJE A GARCÍA»
Hay un hombre en toda la historia de la guerra entre España y los Estados Unidos que sobresale en el horizonte de mi memoria como el planeta Marte en su perihelio.
Al declararse la guerra, cuando Cuba era aún colonia española, era muy necesario comunicarse prontamente con el jefe de los insurgentes que luchaban por la independencia, un tal García. Este se hallaba entonces en la selva de Cuba, sin que nadie supiera de su paradero. Era imposible toda comunicación con él, telegráfica o por correo. El presidente de los Estados Unidos tenía que contar con su cooperación sin pérdida de tiempo.
¿Qué hacer?
Alguien le dijo al presidente: «Hay un hombre llamado Rowan que puede encontrar a García». Rowan tomó la carta, la selló en una cartera de hule, se la amarró al pecho, hizo un viaje de cuatro días y desembarcó de noche en las costas de Cuba en un bote sin cubierta. De cómo fue que se internó en las montañas, y en tres semanas salió al otro lado de la isla, tras haber atravesado a pie un país hostil, y entregado la carta a García, son cosas que no tengo deseo especial de narrar en detalle. Pero sí quiero resaltar que el Presidente MacKinley, de los Estados Unidos, puso una carta en manos de Rowan para que éste la entregara a García. Rowan tomó la carta y nunca preguntó « ¿Dónde está García?».
He aquí un hombre cuya figura debe ser fundida en imperecedero bronce y puesta su estatua en todos los colegios del país. No solo es la enseñanza de libros lo que los jóvenes necesitan, ni la instrucción de esto o aquello, sino el fortalecimiento del carácter para que actúen con diligencia y cumplan con su deber: «Llevar el mensaje a García».
El general García ya no existe, pero hay otros García. No hay quien haya tratado de administrar una empresa sin que a veces haya quedado atónito al notar la resistencia del promedio de los hombres, la inhabilidad o la falta de voluntad de concentrar sus inteligencias en una cosa dada y hacerla.
La asistencia irregular, la falta de atención, la indiferencia y el trabajo mal hecho parecen ser la regla general. No hay hombre alguno que salga airoso de una empresa a menos que, quiera o no, por la fuerza induzca, obligue o soborne a otros a que le ayuden. La excepción es cuando Dios todopoderoso, en su bondad, hace un milagro y le envía un ángel de la luz para que le sirva de auxiliar.
Usted puede hacer esta prueba. Supóngase que en estos momentos está sentado en su oficina. A su alrededor tiene varios empleados. Pídale a uno de ellos: «Tenga la bondad de buscar en la Enciclopedia y hágame un memorándum corto de la vida de Corregio». ¿Cree que el empleado contestaría «Sí Señor», y se marcharía a hacer lo que le pidió?
Nada da eso. Lo mirará de soslayo y le hará una o más de las siguientes preguntas:
¿Quién era Corregio?
¿En cuál enciclopedia?
¿Dónde esta la enciclopedia?
¿Acaso fui empleado para hacer eso?
¿No querrá decir usted Bismark?
¿Por qué no lo hace Carlos?
¿Murió?
¿Hay prisa para eso?
¿No sería mejor que le trajera el libro y usted mismo lo buscara?
¿Para qué quiere usted saberlo?
Y me atrevería a apostar diez contra uno que, después que haya contestado el interrogatorio y explicado la manera de buscar la información que necesita, y por qué la necesita, su empleado se retira y obliga a otro compañero que le ayude a encontrar a García, regresando poco después diciendo que no existe tal hombre. Desde luego puede darse el caso de que yo pierda la apuesta, pero según la ley de promedios es casi imposible.
Joan Costa
Socio & Director de Estrategia en @GLOWE consultora de marca. Hacemos #Branding, creamos significados. En mi tiempo libre me gusta la fotografía y viajar, compartiendo mis experiencias contigo en @bandoftravellers.
perdonen diran q soy criticona pero es la verdad pongan mas informacion aunq esta me ayudo un poko no mucho workendd
Gracias por el apunte!
De todos modos esta es una historia que aporta una lección moral sobre el deber y la obediencia, de carácter militar, que con el tiempo se ha convertido en un instrumento flexible y motivacional. Tiene múltiples interpretaciones, pero en cada una de ellas, es fundamental reconocer el tras fondo del mensaje y adaptarlo a las circunstancias actuales.
Bajo mi punto de vista, representa la autonomía. Conocido nuestro objetivo, nuestro papel es encontrar las herramientas para alcanzarlo, aportando resultados y no estar en contínua dependencia de la línea marcada. Se trata de una motivación por ser resolutivo, y se trata de una actitud clave para todo emprendedor que aspire a un cargo de responsabilidad.
Espero haber podido aclarar tu duda.
Un saludo.
ANALISIS POR COMPETENCIAS
COMPETENCIA: Interprete y argumente el artículo propuesto, desde una perspectiva del comportamiento individual y organizacional. “Mensaje a García”
1. Relacione los nuevos conocimientos adquiridos con sus ideas previas
2. Aplique los conocimientos adquiridos correctamente a situaciones específicas
3. Identifique las ideas claves
4 Organice sus ideas (ensayos, esquemas, mapas conceptuales, Etc.)
5. Ejemplifique con base a la(s) teoría(s) estudiada(s)
6. Aporte ideas nuevas
gracias por la aguda
Gracias por el aporte Wagner. Un saludo!