Seguimos desgranando el contenido de un Plan Estratégico. Hemos tenido la oportunidad de analizar las razones, ventajas y principales puntos de desarrollo de un plan estratégico como herramienta fundamental dentro de la planificación empresarial a medio y largo plazo.
Pero, ¿es suficiente una adecuada metodología? La planificación estratégica es más que un documento y, necesita por tanto, de una actitud estratégica.
La actitud estratégica tiene vital importancia, con independencia del momento por el que pase la empresa y de su dimensión en relación a las actividades y mercados que atiende.
Cualquier empresario precisa captar continuamente informaciones que le sirva para establecer el rumbo de su desempeño. Se trata de una labor de documentación en torno a influencias, aplicaciones y tendencias futuras de las variables que configuran el entorno en el que se desenvuelve con su actividad empresarial.
Esta tarea, que es fundamental, no está exenta de dificultades pues significa averiguar los impactos derivados de los cambios competitivos del mercado y razonar sobre su grado de afectación particular. Representa un desafío continuo.
En lenguaje técnico, se diría que las empresas se enfrentan a un “problema estratégico” según la denominación tradicional de Ansoff (1965), cuyo enfoque y solución requieren, asimismo, de una actitud, igualmente estratégica por parte de la dirección que debería ser extendida a toda la organización, tras considerar también su complejidad interna (Hofer y Schendel, 1978) y sus propios “problemas” (Ansoff, 1980). Con la complejidad existente en el dinámico mundo de los negocios esta actitud presupone un talante directivo que enfatiza algunas virtudes profesionales, como la anticipación o la autocrítica, junto a una conducta voluntarista de predisposición al cambio, que trata de conducir a la empresa mediante la adaptación a los condicionantes de una realidad en constante evolución (Menguzzato y Renau, 1991).
En dicho planteamiento se pueden resumir dos variables básicas de la relación del empresario con su entorno:
- la empresa frente a sus competidores actuales y potenciales
- su posición respecto a sus clientes y proveedores.
Sobre ambas variables recae un razonamiento similar basado en el interés de conseguir ventajas competitivas, en mayor medida que los competidores.
Indudablemente, la dificultad del proceso dependerá de la situación y dimensión de la empresa en su sector de actividad, así como de la mayor o menor proximidad actual respecto a la posición competitiva conveniente. En este orden de ideas, el desarrollo de una planificación estratégica perfectamente asumida combinada con un estilo de dirección propiciador, puede ayudar a conseguirlo facilitando una tarea no exenta de esfuerzo y tiempo.
El objetivo de esta conducta es detectar aquellas oportunidades y amenazas que se puedan presentar, por la dinámica competitiva, para poder prepararse y responder al mercado con acierto y rapidez. Es decir, definir nuestra actitud estratégica.
Pero, realmente ¿Qué significa pensamiento estratégico?
Básicamente consiste en la APTITUD para:
a. Descubrir los patrones o características de una situación.
b. Determinar la necesidad del cambio.
c. Planear las estrategias para el cambio..
d. Proveer los instrumentos que facilitarían el cambio.
e. Implementar las estrategias
1. Descubrir los patrones o características
El análisis es una parte fundamental del pensamiento estratégico y cuanto mayor sea la CAPACIDAD DE ABSTRACCIÓN DEL ESTRATEGA más claramente surgirá la correspondencia con los modelos de comparación.
2. Determinar la necesidad de cambio
Determinar las necesidades del cambio requiere dos habilidades:
- Ser cauteloso para poder detectar los factores conocidos de la industria en cuestión;
- Saber combinar las variables, conocidas e ignoradas con inteligencia y creatividad y, de esa forma, alcanzar un estado de alerta para poder hacer frente a las CONTINGENCIAS IMPROVISTAS. Además es necesario saber reconocer las OPORTUNIDADES para mejorar el perfil competitivo de la empresa.
3. Planear las Estrategias
La determinación o formulación de estrategias es un proceso intelectual de creatividad y adaptación del triunfo.
4. Los Instrumentos del Cambio
El conocimiento de los factores que integran el MANAGEMENT ESTRATÉGICO, así como la interpretación de las posturas tradicionales con respecto al manejo de la estrategia.
5. Implementación de Estrategias
Deberemos llevar a la práctica todas las líneas que se extraen del proceso intelectual llevado a cabo anteriormente.
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Joan Costa
Socio & Director de Estrategia en @GLOWE consultora de marca. Hacemos #Branding, creamos significados. En mi tiempo libre me gusta la fotografía y viajar, compartiendo mis experiencias contigo en @bandoftravellers.
Excelente articulo, muy didáctico en cuanto al tema tratado.
Gracias por tus palabras Jean.
Un saludo
Excelente nota, más que recomendable para un «plan de negocios» y con una visión bastante particular
Gracias Alfonso por tu comentario. Un saludo!