El análisis competitivo no debe confundirse con Benchmarking de mejores prácticas. Pese que a primera vista puede aportarnos los mismos resultados, se trata de una técnica con limitaciones frente al Benchmarking de las mejores prácticas.

¿Cuál es la diferencia?

El análisis competitivo ofrecerá evaluaciones con las que una empresa podrá comparar su propio rendimiento. Pero en este caso habrá descubierto poca información sobre cómo lograr un nivel de rendimiento concreto. Este análisis servirá para obtener los puntos de referencia con los que compararse posteriormente.

El análisis competitivo puede dividirse en dos categorías:

  • Enfoque Estratégico. Búsqueda de resultados a largo plazo (cuestiones de satisfacción de clientes, análisis sectoriales, resultados empresariales, resultados financieros y satisfacción de empleados). Análisis sectorial.
  • Enfoque táctico. Toma de posición del producto y retroingeniería (coger el producto de la competencia, probarlo y desmontarlo para ver cómo se ha fabricado).